El barrio de Bowie, paseo fotográfico
Cuando empecé a escuchar a Bowie - y empecé por la época glam - su música me hacía imaginar barrios ingleses de clase media, comunes y corrientes, de casitas ordenadas, calles silenciosas, y ventanas que dan a cocinas donde la pava ya está silbando y la taza de té está esperando. El cliché inglés, bah. Y por alguna razón, Bowie, que no es ni ordenado, ni silencioso, ni común, ni corriente, y que cuando una lo escucha quiere bailar, y cantar, y armar una banda, y ser estrella de rock, y disfrazarse, y teñirse el pelo y usar brillos aparte de solo poner la pava y tomar el té, me hacía pensar en un lugar así, su exacto opuesto.
Y un lugar exactamente así fue lo que encontré cuando llegué al barrio donde nació Bowie; el barrio más inglés, común y corriente que podía haber imaginado cuando escuchaba Changes en mi habitación en Boedo, y de donde salió el artista más alienígena que los barrios de casitas inglesas y tazas de té jamás hayan visto.
40 Stansfield Road, en el barrio de Brixton. La casa en la que Bowie nació y vivió hasta los seis años.
Me acerqué, con el celular pasando "Queen Bitch" en continuado, y abrí la puerta de hierro que da paso al patio de entrada. Se me hizo un nudo en la garganta cuando pensé en que no sería ninguna locura que esa puerta siga siendo la misma de hace 60 años, la que con sus manitos de niño y sus dos pupilas todavía en perfecto funcionamiento también haya abierto cientos de veces Bowie.
¿Sería alguna de esas ventanas la que daba a su habitación? ¿Acaso él se imaginaría Boedo desde ahí?
Esto fue un viernes al mediodía, así de tranquilo estaba. Y algo me dice que si bien se nota que Brixton cambió mucho en estos 60 años, con sus negocios de cadena y sus mercados callejeros que ofrecen desde desbloqueo de celulares hasta "peinados colombianos", estas cuadras que rodeaban la casa de Bowie deben mantenerse prácticamente suspendidas en el tiempo.
Este mural, frente a la estación de subte de Brixton, fue pintado por un artista callejero australiano en el 2013, y el mismo día de la muerte de Bowie, instantánea y espontáneamente se convirtió en un centro de reunión al que se acercaron miles de personas a dejar flores. Desde ese momento el ayuntamiento decidió cubrirlo con vidrio para preservarlo y perpetuarlo como un memorial.
Y mientras me alejaba de su casa, de esa fila ordenada de casas, recordaba mi sensación cuando visité Manchester: a menudo son los lugares más comunes, más aparentemente aburridos, más alejados del rock y de la vanguardia, los que suelen dar a los artistas más extraordinarios.
"For me a chameleon is something that disguises itself to look as much like its environment as possible. I always thought I did exactly the opposite of that".
"Para mí un camaleón es algo que se disfraza para poder parecerse lo más posible al entorno que lo rodea. Siempre pensé que yo hacía exactamente lo contrario."
David Bowie.
*Este recorrido es parte de una trilogía. También pueden ver los recorridos que hice por la casa y el barrio de Ian Curtis y de Freddie Mercury.